Cada año, desastres naturales o provocados
por el hombre afectan a millones de individuos. El programa Estrategia
Internacional para Reducción de Desastres de la ONU (UN/ISDR, por sus siglas en
inglés United Nations/International Strategy for Disaster Reduction, 2010)
indica que en el 2004 el total de desastres naturales a nivel mundial fue de
305. Éstos afectaron a 150.5 millones de personas y provocaron 244 mil 577
muertes. El número de desastres se incrementó a 360 en el 2005, afectando a
157.5 millones de personas y provocando 91 mil 963 muertes.
El director ejecutivo del programa de la
Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente reportó que durante
el primer trimestre del 2008 se registraron 400 incidentes que provocaron miles
de muertes y más de 82 mil millones de dólares en pérdidas materiales.
Entre los desastres naturales más
importantes ocurridos en el 2008 —en términos del número de personas afectadas—
estuvieron el ciclón Nargis en Myanmar; la tormenta Emma en Europa; las
inundaciones en Missisipi; y el terremoto en China.
Desafortunadamente, el número de desastres
naturales mostró una tendencia creciente durante el período de 1975-2005;
pronosticándose que ese crecimiento continuará en los siguientes 50 años, razón
por lo cual los gobiernos de todos los países están cada vez más preocupados en
cómo ofrecer una ayuda oportuna a las poblaciones que pudieran resultar
afectadas.
Entre los desastres naturales más
frecuentes o recurrentes están las inundaciones y los tornados. Para los países
miembros de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo
(OECD, por sus siglas en inglés, Organization for Economic Cooperation and
Development), el daño económico asociado a este tipo de desastres durante el
período de 1991-2005 se estimó en 103.27 billones de dólares para el caso de
inundaciones y en 358.49 billones de dólares para los tornados.
La magnitud de las cifras anteriores más la
atención continua de donadores y medios de comunicación sobre los resultados de
las operaciones de asistencia de organizaciones humanitarias y gubernamentales
ha incrementado la preocupación por diseñar estrategias que aseguren la
efectividad de las operaciones de asistencia, de las cuales 80% resultan ser de
logística.
http://www.logisticamx.enfasis.com/notas/17787-logistica-humanitaria-planeacion-y-control-del-producto
LA CRUZ ROJA
La organización humanitaria Cruz Roja es un
verdadero mega operador logístico de escala mundial que opera en todas las
fases de esta actividad cuando debe actuar frente a las catastrofes. El
increíble incremento de estas en los últimos años, exige la necesidad de más
profesionales que abracen esta causa noble.
La logística en las zonas de desastre es
bastante nuevo. Comenzó en el año 2000 cuando en la Cruz Roja hubo una
reestructuración en el área. El movimiento se compone de 183 sociedades
nacionales, las cuales son independientes pero todas ingresan en la Federación
Internacional de Sociedades de Cruz Roja & Media Luna Creciente. (IFRC), la
cual se encarga de los desastres naturales.
En cada país existe una Sociedad Nacional
de Cruz Roja o una Media Luna Creciente (NS), que trabajan en conjunto con el
Comité Internacional de Cruz Roja (ICRC) cuya sede está en Ginebra. Este comité
se encarga principal-mente de todo el área de conflictos.
En los últimos 10 años el número de
personas afectadas por desastres naturales ha aumentado en un 50%, mientras que
las pérdidas económicas anuales relacionadas a desastres se han incrementado 10
veces.
¿Cuál es la respuesta logística ante un
desastre?
Primero se hace una evaluación de que es lo
que se necesita, cuánto y cómo. Después se pasa a la parte operacional ya que
hay 2 etapas, una es la de emergencia (dura meses) y la otra es la de
rehabilitación (dura años).
Las unidades de respuestas de logística y
de comunica- ción ingresan juntas en las zonas de desastre como para minimizar
los tiempos de respuesta. Dentro de la logística hay diversas áreas. Está el
Fondo de Respuesta a Emergencias por Desastres (DREF); las FACT, las Unidades
Logísticas Regio- nales (RLU) y la Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU).
Nuevas
modalidades de gestión en Logística aplicada en Desastres , el JIT
El
enfoque JIT “Justo a Tiempo” surge en Europa y
Estados Unidos a principios de los años ochenta, recogiendo las ideas del
sistema que se había ido configurando en la industria japonesa desde la Segunda
Guerra Mundial. Se ha escrito mucho desde entonces sobre este enfoque, pero
quizá la caracterización más ampliamente reconocida es el plantea- miento de
unos objetivos ideales que algunos autores han denominado los Ceros Olímpicos,
que son: Cero Stock en la cadena logística, Cero Defectos (los que causan
exceso de costos e irregularidades que acaban traduciéndose en Stock), Cero Averías
(que interrumpen el flujo de materiales y causan irregularidades), Cero Plazos
(solo así se puede llegar a dar el servicio adecuado a los afectados sin
incrementar el Stock), y Cero Papel (Significa que la exactitud y la rapidez de
la transmisión de la información es la base imprescindible para lograr otros
objetivos).
Lo cierto es que en el intento de
introducir mejoras que permitan reducir el Stock del proceso logístico, poco a
poco se ha descubierto la necesidad de introducir nuevos objetivos que complementen
los anteriores.
Cabe destacar por su importancia los
siguientes:
• Cero Accidentes de Trabajo: Lo mismo que
las averías de máquinas interrumpen el flujo de materiales, también lo hacen
los accidentes, por lo que es preciso tomar medidas preventivas para evitarlos.
• Cero Desprecios por las Capacidades del
Personal: Este objetivo indica que es necesario involucrar al personal en los
procesos de mejora. Si se quiere lograr un avance continuo y consistente es
necesario, cuidar, potenciar y desarrollar las capacidades de quienes trabajen
en una cadena de suministros.
• Cero Desperdicio de Materiales: El
desperdicio puede ser causa de errores y problemas que afectan a la institución
negativamente, incluso después de que se han entregado los elementos de
asistencia humanitaria. En particular, el exceso de inventario y papeleo a
través de toda la organización se debe a las irregularidades causadas por
excesos inflexibles, mano de obra estática, y políticas y procedimientos
organizativos excesivamente rígidos para enfrentarse a unas exigencias del
mercado humanitario que cada vez cambian con más frecuencia. El despilfarro de
recursos es consecuencia de los “Excesos” cometidos, por ejemplo, con la
acumulación de stocks o con procesos y tecnologías mal utilizadas, y de los
ineficaces procedimientos de ajuste a las necesidades de una realidad
cambiante.
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